sábado, 20 de noviembre de 2010

Para quienes se estén disponiendo a participar del próximo encuentro en el Centro Cultural de la Reina, este martes 23, vayan nuestros deseos de bienestar, de que sus vidas se hayan visto enriquecidas por haber aprendido a como alcanzar un protagonismo, ustedes encontrarse mas satisfechos de si mismos, en este estar viviendo, en este viaje en que vamos.

Como desde marzo lo hemos hecho, después del terremoto, cada cuarto martes del mes, y algún quinto por ahí también, y gracias a la hospitalidad que nos ha ofrecido este Centro Cultural, nos hemos juntado a trabajar para producir momentos de integración de un grado superior, todo lo superior que nuestros méritos hayan posibilitado.

Atributos tales como tranquilidad, serenidad, fuerza, poder, unión, alegría, armonía, conciencia, claridad, plenitud, amor y otros, hemos logrado paladear en estas oportunidades, resultado que ha brotado del esfuerzo que hemos desarrollado en conjunto. Personas que nos hemos dispuesto para utilizar una herramienta, una especialmente, donde coordinados, sincronizados, conducidos convenientemente, hemos sido capaces de constatar la accesible posibilidad, para todos, de sentirnos distintos, de utilizar facultades latentes en nuestras vidas, para armonizar nuestra existencia, facultades que actualizadas a través de las practicas, abren la cualidad del encuentro entre nosotros y cada momento, enriqueciéndose así nuestras oportunidades.

La ambición de quienes estamos organizando estos encuentros, es la de potenciar y fortalecer en cada uno y en todos, la comprensión suficiente como para saber aprovechar estas oportunidades, es decir, que no tan solo experimentemos los efectos de la práctica, sino que, además, reconozcamos como es que ellos llegan a manifestarse, comprender cual es la destreza que se desplegó entre nosotros para poder alcanzar la jerarquía de experiencias que los participantes han asumido y explicitado durante las practicas, y de esta manera poder apropiarnos de un conocimiento que nos permita irradiar momentos de la naturaleza descrita, hacia los otros espacios de nuestra vida y hacia otras personas que pudieran eventualmente beneficiarse.

Nos quedan dos encuentros para este año, ojalá que podamos sentir esa fuerza a través del desarrollo cualitativo de cada uno en su práctica, y también a través de la presencia de más, en estas dos últimas oportunidades, los que ya hayan estado y otros nuevos, que el todo de nosotros crezca, que seamos más los interesados en querer trabajar por el Bien Común, más los agradecidos de la Vida, a pesar de lo que nos toque soportar.

Sugerimos para esta ocasión, a los que acudan, prepararse, ojalá concertarnos para llegar ya contactados, y atreverse a llegar con cualquier manifestación de cosa linda, flores, por ejemplo, velas, algún invitado, o lo que en ustedes surja como iniciativa.

Agradeciendo a todos su atención y presencia, los saluda

Milton Flores y Familia


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