El Rostro del Alma



Cada Ser Humano posee un rostro interior distinto al que presenta ante los demás, es el rostro de su Alma.

No tiene rasgos definidos e inmutables como el rostro físico, y se modifica continuamente porque está íntimamente ligado a su vida psíquica, a sus sentimientos y pensamientos: según las circunstancias aparece luminoso o tenebroso, armonioso o crispado, expresivo o frío.

Día a día el hombre debe modelar, esculpir y pintar este rostro interior para que éste impregne un día, por fin, su rostro físico.


Omraam Mickh Ahïvanhov

Comentarios