La meditación del martes pasado en el Centro Cultural de La Reina

Disponer de tiempos en nuestro proyecto para cultivar la presencia.

Somos sutilezas encarnadas que debemos asumir nuestra condición.

Obligarnos a trabajar para mantenernos despiertos.

Conducir desde un metanivel el proceso, nuestra participación.

La semana pasada en La Reina, otra vez nos juntamos para trabajar, para a través del empleo de una herramienta, prosperar en el encuentro con cada momento. Procurarnos instantes donde alcanzamos un grado de satisfacción superior, más plenitud, mejor protagonismo, mayor comprensión, espacio, apertura, seria pero no grave. Sin transar nada esencial, distinguir el instrumento, la herramienta, de quien la usa. Percepción clara de la corporalidad, para algunos registrando el flujo de energía, la actividad corporal como información indudable y distinguible, por su cualidad, del pensar. Se reconoce la posibilidad de ligarse con otros, como experiencia cierta, a través del espacio y de la oportunidad que brindan otros planos, por su naturaleza. Hablamos de la necesidad de despertar facultades en el funcionamiento humano, que impregnen de atributos prósperos nuestro estado evolutivo.

Otras culturas, otra cultura, donde algo esencial esté incluido en nuestro proyecto.

Desde el Centro Cultural de La Reina, invitando a trabajar por la cultura, para el bien de cada uno a través del bien de todos, cultivando un atributo, la percepción, de tal modo que la información recibida sea distinta y más que la de siempre. Sin perdernos en lo observado, conservar el interés por el observador y desarrollar el como observamos, asumiéndolo en su actual estado, con las debilidades reconocidas de cuando una parte abduce al todo.

Los que llegaron temprano pudieron ver imágenes de del trabajo de mujeres y hombres bailando danzas celtas, proyectadas en una pantalla, gracias a nuestros anfitriones.

Ojala que seamos más los que nos juntemos, y que en los que nos juntamos surja también más, para poder compartir.

Los de ustedes que puedan enriquecer lo tocado el martes pasado entre nosotros, y tengan como agregarlo a lo escrito, se les agradece.

Entonces el desafío es para los guerreros que quieran aprender a poner más luz en sus vidas.

Gracias y hasta el 28 de septiembre, ya será primavera.

Milton Flores Gatica

TRIAGRAMA

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