Vuelve a mi

Vuelve a mi... aquel estado de consciencia...

vuelve a mi la sensación ineludible...

el aire espeso, la noche clara,

el resplandor de una paz inconmensurable…

No dudé un segundo de la fuente inagotable de existencia,

No dudé un segundo del sol y el aire que secan las hojas…

(de la luz tras los pinos)…

No dudé un segundo que las dudas son una ilusión,

Más aun las certezas… solo esta existencia es verdadera…

Vuelve a mi la plenitud infinita en un instante perfecto,

la trancendencia, la innecesidad,

la sonrisa cómplice,

frente a la claridad de una armonía innegable…

Vuelvo a contemplar ese mar tornasol de emociones…

la calidez del espacio y el tiempo,

la ausencia de limites entre los tantos cuerpos,

la sensación de solemnidad frente al espacio eterno,

frente a la ausencia de distancia…

frente a la dulzura del compatir,

frente a la inmensidad de la comunión…

La saciedad exquisita... ante la capacidad de experienciar...


Temuco, 2011

Carolina Báez

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